CHARLA “LA FAMILIA DE MALVINAS”


El 18 de octubre, Ezequiel Martel, hijo del mayor (PM) Rubén Héctor Martel, uno de los 55 héroes de la Fuerza Aérea Argentina, brindó una exposición en el microcine del Edificio Cóndor
Por Sol. Vol Santiago Ayala / Fotos: C1° Ari Detomasi
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El 18 de octubre en el microcine del Edificio Cóndor, Ezequiel Martel, hijo del mayor (PM) Rubén Héctor Martel, uno de los 55 Héroes de la Fuerza Aérea Argentina, brindó una exposición destinada al personal de la Institución.

En esta oportunidad, la presentación de la charla estuvo a cargo del jefe del Cuartel General, comodoro mayor Héctor Gutik.

Durante la misma, el hijo del piloto de C-130 Hercules relató la historia de su papá, desde su formación como aviador militar hasta el vínculo que tenía con su familia.

“Él tenía un sueño, como yo creo que cada uno de ustedes lo tuvo y hoy en día portan con orgullo el uniforme. Él quería entrar a la Escuela de Aviación Militar para, primero, ser oficial de la Fuerza Aérea y, luego, convertirse en Aviador Militar”, declaró Ezequiel.

También destacó la pasión y vocación que tenía su padre al pertenecer a la Institución: “Creo que uno de los momentos más lindos en la vida de todo oficial es el famoso Vuelo Solo”.

“Algo que quiero remarcar es que mi papá siempre estaba contento, y siempre era feliz, porque estaba cumpliendo su sueño. Mamá siempre lo acompañó y, al día de hoy, siempre lo tiene presente, hacían muy linda pareja, sobre todo es muy linda la unión que tienen”, recalcó el hijo del héroe de Malvinas.

“Por lo general, dicen que detrás de todo hombre hay una gran mujer, pero para mí no es así, yo lo cambio, creo que al lado de cada hombre hay una mujer que lo acompañó, no solamente a él sino a todos los que pelearon en Malvinas”, explicó Ezequiel.

Además, resaltó la camaradería que tenía  la tripulación y el gran sacrificio con el cual operaban en del Conflicto del Atlántico Sur_:“Mi papá siempre estaba con el equipo, con la tripulación. En lo personal creo que cada uno en su lugar, más allá del grado que tenían, eran muy profesionales en cada cosa que hacían. La verdad que lo que ellos hicieron para mí es algo increíble, y teniendo 42 años me sigo preguntando cómo lo hicieron”._

También relató los viajes que realizó a Malvinas, porque tenía el objetivo de visitar 3 puntos fundamentales.

“Fue en septiembre de 2015, duró una semana, de sábado a sábado y yo tenía un sueño, en ese momento hacia surf, este deporte implica algo que siempre a la hora de agarrar una ola te caes y te levantas, la vida también implica eso, pero yo lo quería hacer allá. En esa época hacía mucho frío por el clima de la isla en ese momento, me imaginaba y me ponía a pensar cómo habrán vivido en ese momento los que estuvieron allá, el clima y cómo hicieron para aguantar”, explicó Ezequiel, quien también dio a conocer que en el primer viaje practicó este deporte en Surf Bay, en las cercanías de Puerto Argentino.

“El día viernes me toco ir con un fotógrafo a una playa y tenía pensado llevar un escudo, el del  Escuadrón de C-130, el mismo que tiene un laurel de 7 hojas. Mi idea era atarlo junto con una piedra y tirarlo al mar, pero cuando lo quise tirar se cayó el escudo a un costado y la piedra por otro”, comentó Martel, siendo este momento de gran significado para lo que vendría después.

“Después de un año hice mi segundo viaje en marzo de 2017, y me enteré de una coincidencia que en ese momento no me había dado cuenta: habían pasado 35 años de la guerra, papá muere a los 35 y yo viajo teniendo 35 años, y se dio esa coincidencia de 3 veces que salga el 35”, manifestó.

“Mi objetivo era ir a Bertha´s Beach, para mí era la mejor manera de hacerle un homenaje a todas las mujeres, no solamente a mi mamá, sino a todas ellas, porque considero que son parte importante de todo esto y de todos nosotros también, creo que todo lo que se han aguantado es increíble”, explicó el hijo del mayor Martel y agregó: “La idea de ir a esa playa era homenajear a todas las mujeres, porque siempre nos están acompañando, ya sea esposa, hermana o novia siempre van a estar con nosotros y eso es algo importante destacar.”

“Luego volví a Surf Bay porque tenía una connotación importante volver ahí, a este lugar, era volver por él, por el mayor (PM) Gustavo Argentino García Cuerva”, declaró Ezequiel, quien explicó que “la Promoción XXXV de la Escuela de Aviación Militar, tiene 2 caídos en Malvinas, papá y García Cuerva, entonces en mi objetivo fue que, al rendirle homenaje a la figura de él como profesional, también se le rinda homenaje a todos los que participaron sin distinción de fuerza”.

“Ahí tenía 2 puntos, me faltaba un tercero, que para mí era el más importante. Ya con llegar a ese lugar sería una satisfacción” comentó Ezequiel y continuó: ”En ese mismo momento se produce el hallazgo y la identificación de los restos del C-130 Hercules TC-63”.

Se trataba de la aeronave que tripulaba su padre y que fue derribada el 1 de junio de 1982, falleciendo junto a él todo el resto de la tripulación:  “Me comunique con un isleño que me mandó las fotos del hallazgo y resulta que estos restos aparecieron un año después del Conflicto, justamente en el 83, entonces faltaba hacer la identificación. Previo al viaje me toco ir a la I Brigada Aérea para saber qué es lo que voy a ver cuándo este allá”.

“Cuando esta persona me llevó al lugar de los restos no podía creer lo que estaba viendo, era el avión”, declaró Ezequiel y agregó: “. A la noche le mandé un mensaje a mi mamá diciendo que lo encontré y en ese mismo instante me quebré, también le mande un mensaje al GT1 del Palomar pidiendo la confirmación y resultó que era así”.

“Me pareció también dejar una marca que diga ‘TC-63 Presentes‘ y poner los nombres de los tripulantes. Descubrir esto fue como un momento de arqueología, porque lo estábamos viendo. En un momento se me ocurrió sacar una foto con los escudos, pero no sabía cómo iba a reaccionar él, hasta que en un momento agarró una madera de ahí y la puso encima para que yo coloque los escudos y pude sacar la foto”, relató Martel

“Al final del viaje quería cerrar el ciclo con estas dos playas que las había estudiado. Por último decidí surfear en la playa en donde se habían encontrado los restos del TC-63 y resulta que a 70 km al fondo era la ubicación donde se estrelló el avión. Desde ahí  llevé la piedra que había tirado al mar junto con el escudo en el primer viaje y al grito de ¡63! la terminé lanzando”, comentó el hijo del héroe y agregó: “ Resulta que me encontré con una situación irreal. Cuando me fui mar adentro, en el momento que estaba esperando el oleaje,  me estaban sobrevolando 7 albatros, como los 7 tripulantes y los 7 laureles que componen el escudo”.

Por último, concluyó: “Luego de haber estado en los 3 puntos que fui resulta que tenían un simbolismo: el primero eran las mujeres de Malvinas; el segundo, todo el personal que luchó en el Conflicto; y el ultimo, mío, personal, la búsqueda de poder llegar hasta el punto donde se había quedado, no solamente mi papá sino los 7 tripulante del Hercules, y resulta que los 3 puntos marcan un triángulo en el mapa que apunta a la Argentina, y creo que el simbolismo que tiene es poder de alguna manera marcar soberanía”.

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