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SEAN MERECEDORES DE LLEVAR LAS INSIGNIAS QUE PORTARÁN Y DIGNOS EXPONENTES DE LA AVIACIÓN DE ATAQUE Fueron las palabras del jefe del Grupo 3 de Ataque, comodoro Daniel Bergara, en la ceremonia del Vuelo Solo que los jovenes aviadores realizaron en el Sistema de Armas EMB-312 Tucano - |
El 30 de junio en la III Brigada Aérea, ubicada en Reconquista, provincia de Santa Fe, se cumplió un ciclo más en la instrucción de jóvenes pilotos de combate que con esfuerzo, dedicación y profesionalismo han sorteado los primeros desafíos para poder volar solos. Cuando el piloto busca con su aeronave la posición de estacionamiento en la plataforma militar de la Unidad, tras su primer Vuelo Solo, el joven militar recibe el “bautismo” a base de numerosas costumbres que conforman los códigos de la aviación, entre ellas la tradicional “manteada” con la que los compañeros lo elevan al cielo, una y otra vez, en una manta. Luego de esta antigua y legendaria práctica cazadora, se realizó en el Grupo 3 de Ataque la ceremonia de entrega de diplomas y distintivos. Fue presidida por el jefe del Estado Mayor General, brigadier general Xavier Julián Isaac. También estuvieron presentes el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier Fernando Mengo; el jefe de Unidad, comodoro Plinio Poma; brigadieres; personal militar superior, subalterno y civil; e invitados especiales. Con la interpretación del Himno Nacional por parte de la Banda Militar de Música Pucará de la III Brigada Aérea, comenzó el acto tan esperado por los jóvenes pilotos. El jefe del Grupo 3 de Ataque (G3A), comodoro Daniel Bergara: “Hoy, una vez más, nos encontramos aquí reunidos frente a nuestro querido Grupo 3 de Ataque para celebrar el tan esperado Vuelo Solo de nuevos oficiales pilotos, los cuales han sabido sortear con esfuerzo, dedicación y profesionalismo los desafíos que implica alcanzar este hito en una unidad operativa: la III Brigada Aérea, que por su ubicación geográfica constituye un enclave fundamental para el control aeroespacial de la zona norte de nuestro país, recayendo en ella gran parte de la responsabilidad de alistar medios y operar bajo el control operacional del Comando Aeroespacial”. “Al recibir los distintivos, que los acreditarán definitivamente como integrantes de esta Unidad de combate, deben sentirse orgullosos de heredar también una historia de glorias y tradiciones, cuyas mejores páginas fueron inscriptas a sangre y fuego hace 40 años por quienes combatieron con bravura en los cielos malvinenses” expresó el comodoro y agregó que “sepan que esa herencia no es gratuita, el ser merecedor de ella implica la obligación de asumir la responsabilidad y el compromiso de estar a la altura”. “La Fuerza Aérea y nuestra Patria esperan de ustedes disciplina, dedicación y profesionalismo para aprovechar al máximo cada hora de vuelo de su adiestramiento; esperan empeño, entusiasmo y búsqueda de la excelencia en cada tarea que realicen, tanto en tierra como en el aire y, principalmente, que mantengan esa actitud de siempre querer ser más” sostuvo el jefe Grupo 3 de Ataque. El comodoro Daniel Bergara finalizó su discurso expresando que “su incorporación a esta Unidad renueva una vez más el espíritu de ella. Les queda a ustedes mantener siempre encendido en su corazón ese espíritu cazador, aquel que aflora con la camaradería, el trabajo en equipo, las anécdotas de los más antiguos y, en especial, con el orgullo de sabernos parte de una Unidad Aérea probada en combate. Sepan que es precisamente ese espíritu, junto a una inquebrantable voluntad forjada en duro adiestramiento, el que ante la adversidad, o cuando suenen clarines de guerra, les va a dar la fortaleza y el valor necesario para cumplir con su deber incluso si para ello fuere necesario entregar la vida”. A continuación, se llevó a cabo la habitual invocación religiosa por parte del capellán castrense Celso Melida, quien además realizó la bendición de los pañuelos y distintivos. Seguidamente se llevó a cabo la lectura de la orden de grupo para autorizar a los flamantes tenientes el uso del pañuelo y distintivos. Los pilotos recibieron, por parte de sus instructores de vuelo, un diploma, escudos y el pañuelo que identifica al Grupo 3 de Ataque dentro de la Institución, y orgullosos firmaron el Libro de Oro. Fuente: III Brigada Aérea |