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EXITOSO OPERATIVO DE EVACUACIÓN AEROMÉDICA EN LA ANTARTIDA La Fuerza Aérea Argentina trasladó a continente a dos militares de la Armada Argentina que sufrieron diferentes inconvenientes de salud Por Laura Artuso |
El viernes 8 de abril a las 22 hs el jefe del Departamento de Operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento, vicecomodoro Fabián Brunetta recibió una notificación por parte del jefe del Componente Aéreo del Comando Conjunto Antártico de que existía la eventual posibilidad de realizar una evacuación sanitaria. Brunetta también desempeña actividades como comandante Antártico en el Sistema de Armas C-130 Hercules. En las proximidades de la Base Antártica Carlini se encontraba el aviso ARA Puerto Argentino de la Armada Argentina, uno de los medios navales que forma parte de la Campaña Antártica de Verano 2021/22. Dos integrantes de su tripulación necesitaban una evacuación inmediata ya que uno se encontraba con aparente apendicitis y otro con problemas renales. Ambos fueron trasladados en lanchas hasta Carlini y desde allí en helicópteros Bell 212 y 412 de la Fuerza Aérea Argentina, provenientes de la Base Antártica Conjunta Marambio, se realizó la evacuación hacia la Base Eduardo Frei de la Fuerza Aérea de Chile. Una operación sumamente complicada y coordinada dada la complejidad de los pacientes que se iba agravando con el paso de las horas. El vicecomodoro Fabián Brunetta nos relata la cronología de la operación compleja que tuvo que realizar junto a su tripulación para salvar la vida de estos dos militares de la Armada. “A partir del aviso de la evacuación sanitaria se comienzan las coordinaciones con la I Brigada Aérea de El Palomar, Unidad que tiene el medio aéreo y el personal del Servicio de Evacuación Sanitaria que está a cargo de un médico. La aeronave C-130 Hercules a emplear se encontraba en ese momento efectuando tareas de búsqueda en Mar Argentino entre Comodoro y Trelew de una aeronave brasilera que se presumía accidentada en la zona” . “A la tripulación que estaba desarrollando la actividad de búsqueda debía incorporarse personal idóneo para la nueva tarea a realizar, por tal motivo y para poder llevar a cabo la nueva misión encomendada se tuvo que enviar por modo aéreo, con un Lear jet 35 de la II Brigada Aérea, al personal necesario para conformar una tripulación antártica para evacuación sanitaria” destacó el militar. Al día siguiente, en horas del mediodía tanto la aeronave como el personal designado tenía que estar en condiciones de poder efectuar el cruce, como se lo llama habitualmente. “Así que pase del rol operacional a desarrollar el rol de comandante de ese vuelo para realizar la tarea de evacuación sanitaria. Es así que el 9 de abril despegamos con una condición meteorológica favorable desde Comodoro Rivadavia hacia la Base Eduardo Frei de la Fuerza Aérea de Chile, que por su ubicación está próxima a la Base Antártica Carlini. El despliegue se realizó directamente desde Comodoro Rivadavia. Habitualmente las operaciones antárticas son desde Río Gallegos porque es el tramo más corto, pero es utilizado como favorable en función a la carga que habitualmente llevamos a la Antártida. En este caso solamente era un sistema de evacuación. Es decir, podemos disponer de mayor cantidad de combustible para hacerlo desde Comodoro directamente”. En horas de la tarde cuando intentaron aterrizar, debido a inconvenientes técnicos que imposibilitaban el aterrizaje seguro, la aeronave tuvo que retornar al continente y evaluar las posibilidades de repararla lo antes posible. “Aterrizados en Rio gallegos, se realizó una inspección y los mecánicos verificaron que era imposible reparar el inconveniente técnico sumando a que ya no teníamos luz suficiente para volver y hacer la operación diurna en Frei. Con estas circunstancias se tuvo que generar un cambio y buscar otra aeronave” nos describe Brunetta. Otro C-130 se encontraba en ese momento en la República de Chile, efectuando el repliegue de los medios que habían estado desplegados en la Feria Internacional del Aire y el Espacio. La flexibilidad del medio aéreo hace que se puedan hacer estas cosas. La aeronave cruzó a Mendoza dejando la carga y a los pasajeros. Realizaron combustible y despegaron hacia Río Gallegos. En vuelo efectuaron el cambio de configuración de carga a evacuación sanitaria. El lunes 11 la meteorología en la Base Frei era desfavorable, recién el miércoles era óptima en cuanto a la operación. Pero las horas pasaban y se iba tornando crítica la situación de salud de los evacuados. “Con la meteorología absolutamente adversa despegamos rumbo a Frei, pudimos llegar y aterrizar en condiciones seguras. Nos estaba esperando gente de la Base Frei que colaboraron también con la evacuación” expresó el vicecomodoro. Y agregó: “El ámbito antártico es muy colaborativo, independientemente de qué país se trate. Los pacientes estaban estabilizados. Nuestra tripulación contaba con un médico y un enfermero que son especialistas en evacuación con el equipamiento necesario. A los pacientes, los embarcamos en una operación que demoró aproximadamente 30 minutos para subirlos con precaución ya que el clima era bastante hostil por el viento, la baja temperatura, la nieve y el hielo. Entonces debimos tener precaución. Hubiéramos querido hacerlo más rápido, pero es lo que nos permitió la situación. Los colocamos en las camillas y emprendimos el regreso” expresó el comandante antártico. El C-130 aterrizó en la Base Aérea Militar Río Gallegos y allí ya se encontraba un dispositivo armado por personal del Comando Conjunto Antártico. Dos ambulancias estaban esperando para llevarlos a los hospitales correspondientes con la complejidad necesaria para atender los diferentes casos. La operación exitosa, demuestra una vez más la flexibilidad y adaptabilidad del C-130 para diferentes tipos de misiones en corto plazo. Este tipo de evacuaciones aeromédicas, con los riesgos y las complejas coordinaciones que hubo que realizar, junto al espíritu de cooperación y profesionalismo puestos de manifiesto en el personal que llevo a cabo las actividades son el punta pie de una Fuerza que no se detiene. Este tipo de operaciones complejas realizadas por personal capacitado y adiestrado dan tranquilidad a todos aquellos argentinos desplegados en el continente blanco, porque sin importar las circunstancias adversas, la Fuerza Aérea irá en busca de su resguardo. |